¿Astrología? No, gracias

Hace poco fue mi cumpleaños y algunos servicios de Internet, que son muy listos, estuvieron unos días ofreciéndome artículos para el hogar, prendas de vestir y demás productos con dibujos y eslóganes haciendo referencia a mi supuesto signo zodiacal.

Todavía no entiendo como hoy en día puede haber tanta gente que cree en el horóscopo y en las predicciones astrológicas.

Los astrónomos y otros científicos saben que la astrología, SIEMPRE que se ha puesto a prueba NO ha sido capaz de predecir NADA, ni determinar cómo son las personas basándose en su fecha de nacimiento o en cualquier otra cosa.

Los babilonios hace unos 3000 años dividieron el cielo en 12 partes iguales, los 12 meses del año, una vuelta completa al Sol, y asignaron una constelación a cada una. Si trazas una línea imaginaria entre la Tierra, el Sol y la constelación tras este ya tienes el zodiaco y la constelación correspondiente para cada mes.

Pero resulta que hay 13 constelaciones en el plano de la eclíptica (el plano que recorrería esa línea entre la Tierra, el Sol y las constelaciones), no 12, así que cogieron a Ofiuco y alegremente la quitaron para que cuadraran las cuentas.

Y también resulta que cada constelación tiene una forma y tamaño distinto y cada una tarda un tiempo distinto en pasar tras el Sol y dar paso a la siguiente. Virgo tarda 45 días y Escorpio solo 7.

Además existe un movimiento de la Tierra llamado precesión, que es el que mueve su eje en un círculo como el bamboleo de una peonza cada 26000 años y que hace que el cielo se desplace con respecto a nosotros. Como el eje de la Tierra cambia, allá por el año 12000 AC la estrella polar era Vega y lo volverá a ser sobre el 14000 DC, durante unos 3000 años.

Así pues, si según el zodiaco eres Leo porque has nacido entre el 23 de julio y el 22 de agosto y la constelación tras el Sol es Leo en esos días, hoy en día eso ya no es cierto. Hoy en día deberías ser Cancer, pues es esa constelación la que atraviesa el Sol en 2016 por esas fechas. Y cuando naciste. Y será Géminis dentro de un tiempo.

Por cierto: Si naciste del 30 de noviembre al 17 de diciembre deberías ser Ofiuco

Si naciste en noviembre eres escorpio, pero si naciste en 1977 tu signo chino es la serpiente, y el equivalente occidental a la serpiente china es Tauro ¿¿??

Ya hay astrólogos que han confeccionado un “nuevo zodiaco” con las 13 constelaciones. ¿Estaba todo lo anterior mal? ¿Que nuevas características tendrán los nacidos en ese período? ¿Van a cambiar?

Pero, ¿y qué son las constelaciones?

Son varias estrellas que, uniéndolas con líneas imaginarias forman con mucha imaginación, la figura de un objeto, animal o persona.

Por ejemplo Orión, que es un grupo de estrellas que los griegos pensaron que representaba un cazador con su espada colgando del cinturón.

Pero resulta que las estrellas de Orión como las de cualquier otra constelación no están para nada relacionadas entre si. Todas están muy, muy lejos, pero en su conjunto unas están mas cerca de nosotros que otras. Betelgeuse dista de nosotros 642 años luz, Rigel a unos 800 (y es doble), Bellatrix a 250, Alnitak a 387, Mintaka a 1200, etc…

Así que la figura que vemos sólo es debida a la posición desde la que observamos, a parte de ser imaginaria, claro, y a parte de que así la vemos nosotros, pero otras culturas pueden ver cualquier otra cosa o nada en absoluto.

En resumen: son una ilusión óptica. Nada mas.

Una vueltecita por Orión:


Así vemos nosotros una parte del cielo:

occidental


Así la ven los chinos:

chino


Y así los egipcios:

egipcio

Además las constelaciones cambian su forma con el tiempo. En el transcurso de una vida humana apenas se aprecian los cambios pero no tienen la misma forma las constelaciones de hace 2000 años que las de hoy ni las de 2000 años en el futuro.

Las predicciones astrológicas se basan en la influencia de los planetas y las estrellas según su posición en el momento del nacimiento.

Dejando de lado que ya estás vivo 9 meses antes de nacer, la única influencia que se me ocurre que pueda tener un astro con cualquiera de nosotros es la gravedad.

Las estrellas están tan lejos que lo único que recibimos de ellas es su luz, y esta es tan tenue que con una simple farola por la noche ya dejamos de ver la mayoría. Pero es que además están las galaxias, los cúmulos globulares, los cuásares, supernovas, novas, etc… No solo hay estrellas ahí fuera.

En cuanto a los planetas, tu coche o la silla sobre la que estás sentado ejercen mas fuerza gravitacional en ti que Venus, o Marte, o Júpiter o que todos ellos juntos.

En el libro “Astrología: verdadero o falso” de Roger Culver y Philip Oanna, calcularon que el médico que te asiste en el parto ejerce sobre ti 6 veces mas fuerza de gravedad que Marte y unos 2000000000 (dos mil millones) de veces su fuerza de marea. El médico tiene mucha menos masa que Marte, pero está muchísimo mas cerca.

Además Urano fue descubierto en 1781, Neptuno en 1846 y Plutón en 1930. ¿Cómo es que estos planetas no ejercían influencia alguna antes de su descubrimiento y sí son influyentes una vez descubiertos? La astrología tampoco tiene en cuenta a los satélites, los asteroides, los cometas y otros cuerpos celestes del Sistema Solar, algunos de tamaño similar a los planetas más pequeños.

¿Por qué la gente se las cree? Tanto las predicciones como las características de un individuo según su zodiaco.

Pues porque son tan generales y están escritas tan vagamente que servirían para cualquiera, en cualquier momento.

Poco importa lo que dice el horóscopo, siempre y cuando el sujeto sienta que las interpretaciones fueron hechas para él personalmente.

El estadístico francés Michel Gauquelin envió a 150 personas el horóscopo de uno de los peores asesinos de la historia francesa y, haciéndoles creer que fue hecho para cada uno, les preguntó si se sentían reflejados. Noventa y cuatro por ciento de los participantes dijeron reconocerse en la descripción.

Geoffrey Dean, un investigador australiano que ha llevado a cabo pruebas exhaustivas de la astrología, invirtió las lecturas astrológicas de 22 sujetos, sustituyendo ciertas frases por otras que eran contrarias a lo que en realidad decía el horóscopo.

Aún así, los sujetos de este estudio dijeron que las lecturas coincidían consigo mismo con la misma frecuencia (95 por ciento de los casos) que personas a las que se les dio la lectura correcta.

Al parecer, los que recurren a los astrólogos sólo quieren orientación (cualquier orientación).

El psicólogo Bernard Silverman, de la Universidad Estatal de Michigan, observó las fechas de nacimiento de 2.978 parejas a punto de casarse y otras 478 que se estaban divorciando en el estado de Michigan. La mayoría de los astrólogos dicen que pueden predecir qué signos astrológicos serán compatibles o incompatibles cuando se trata de relaciones personales. Silverman comparó tales predicciones con los registros reales y no encontró correlaciones.

Los hombres y las mujeres «incompatibles» se casaron con tanta frecuencia como los «compatibles».

El físico Shawn Carlson, del Laboratorio Lawrence Berkeley, llevó a cabo un experimento ingenioso para superar las objeciones de los astrólogos que consideran que el signo solar por sí solo no es suficiente para una lectura. A grupos de voluntarios se les pidió que proporcionaran la información necesaria para la confección de su horóscopo completo y que llenaran el Inventario de Personalidad de California, un cuestionario psicológico estándar que utiliza el mismo tipo de términos amplios, descriptivos y genéricos como en la astrología.

Una «respetada» organización astrológica elaboró los horóscopos de los voluntarios y a cada uno de los 28 astrólogos profesionales, que previamente habían avalado el procedimiento, le era enviado un horóscopo y tres perfiles de personalidad, uno de los cuales pertenecía al sujeto del horóscopo.

Su tarea consistía en interpretar el horóscopo y seleccionar cuál de los tres perfiles coincidía.

Aunque los astrólogos habían predicho que iban a obtener resultados mejores que el 50 por ciento de aciertos, su puntuación real en 116 ensayos fue de sólo el 34 por ciento de aciertos.

¡Justo lo que uno esperaría por puro azar! Carlson publicó sus resultados el 5 de diciembre de 1985 en la revista Nature, ante el desconcierto de la comunidad astrológica.

La astrología, el horóscopo, las cartas astrales, etc… no tienen por donde sostenerse.

Solo hay que usar un poco Internet para encontrar miles de estudios, pruebas, estadísticas, experimentos, etc… donde se pone a prueba la fiabilidad de cualquier horóscopo o predicción astrológica. Cero. Ninguno acierta mas de lo que lo haría cualquiera diciendo lo que se le ocurra al azar. Es la predisposición del que lo lee, o escucha, la que determina su fiabilidad. Y no es que acierte nada, es que el individuo se lo cree.

En el siglo XVII con los nuevos avances en física y astronomía, la astrología empezó a cuestionarse y en poco tiempo pasó a considerarse una pseudociencia y se la apartó del ámbito científico. ¿Por qué la gente sigue creyendo en ella?

Y en la homeopatía, el reiki, las flores de Bach, la bioneuroemoción, etc…

La próxima vez que alguien tenga delante un horóscopo, una carta astral o una afirmación a cerca de su personalidad, espero pierda el tiempo en algo más provechoso, como tomarse una cerveza o hacer un crucigrama.

Bibliografía:

Dewanawanga